lunes, 9 de julio de 2012

EL BALÓN DE LA DISCORDIA nº22 Revista Kaiser 09/07/2012

EL BALÓN DE LA DISCORDIA

Finalizada la Eurocopa, un año más se abre el debate sobre a qué manos debe ir a parar el Balón de Oro de este año. Este galardón creado por la revista gala France Football y que corona al mejor jugador del planeta de cada curso futbolístico, cambió el procedimiento de adjudicación en 2010, circunstancia que ha avivado más si cabe la polémica sobre qué futbolista es merecedor de este galardón.
            Desde su nacimiento en 1956 y hasta 2009 el ganador era elegido por un jurado compuesto por 96 periodistas especializados de 96 países distintos, que votaban de acuerdo a unos criterios determinados por la revista francesa (resultados individuales y colectivos del año correspondiente, carrera profesional, carisma, talento y juego limpio). Hasta 1995 los candidatos solo podían ser futbolistas europeos de clubes europeos, dato que explica por qué Maradona o Pelé nunca lo ganaron. En 1995 se amplía la lista de candidatos: optan al premio todos los jugadores de todas las nacionalidades que militen en clubes europeos. Ese mismo año el liberiano George Weah, jugador del Milan se convierte en el primer jugador no europeo en ganar el Balón de Oro. Luego vendrían otros no europeos como Ronaldo, Rivaldo o Kaká. Ya en 2007 el Balón de Oro premia al mejor futbolista del planeta juegue donde juegue.
            El Balón de Oro siempre ha estado rodeado de polémica, cosa normal por la dificultad que entraña siempre otorgar un premio individual en un deporte de equipo, y por la subjetividad de la opinión del jurado en la que influyen las distintas perspectivas, sentimientos, inclinaciones hacia un tipo de jugador u otro, etc. Realmente es un trofeo innecesario (no encuentro sentido a que en un deporte de equipo se ponga al individuo por delante del grupo), aunque su importancia mediática y comercial es indiscutible.
En 2010 el Balón de Oro (otorgado por France Football) y el FIFA World Player (otorgado por la FIFA) se fusionan en el FIFA Balón de Oro. El ganador es elegido por el seleccionador, el capitán y un periodista de cada uno de los 156 países afiliados a la FIFA. Es decir, el jurado pasa de estar formado únicamente por periodistas a componerse de un tercio de seleccionadores, un tercio de futbolistas y otro tercio de periodistas.
            La gran diferencia a la hora de votar ha sobresalido en los años en los que se ha celebrado Campeonato del Mundo de Naciones. Hasta el 2010, en los años de Mundial el criterio central para la revista France Football era lo realizado en dicho acontecimiento. Hacer un gran Mundial podía eclipsar una mala temporada, mientras que un Mundial discreto podía echar por tierra una temporada colosal. Por ejemplo en 1982 el italiano Paolo Rossi continuaba inhabilitado por el escándalo Totonero -una trama de corrupción sobre apuestas clandestinas, en la que estaban inmersos jugadores, entrenadores y dirigentes de clubes de la Serie A y la Serie B-, pero su sanción de dos años concluía poco antes de comenzar el Mundial de España. A pesar de su baja forma física evidente en los dos primeros partidos mundialistas, el entrenador italiano Enzo Bearzot confío en Rossi, que acabó conquistando el Mundial con su selección siendo el máximo goleador con seis tantos (un hacktrick ante Brasil en cuartos, dos goles ante Polonia en semifinales y abriendo el marcador ante Alemania en la final). Tres partidos le bastaron para hacerse con el Balón de Oro. Sin embargo otros, como Henry en 2006 les sucedió todo lo contrario. El francés fue máximo goleador de la Premier con el Arsenal que quedó subcampeón, perdió la final de la Champions con el Barcelona y llevó a Francia a la final del Mundial donde cayó ante Italia en penaltis. Sus números goleadores apabullaban. Pero el Mundial lo ganó Italia, y era allí donde había que sacar al galardonado. Italia sobresalió en defensa y allí el líder era Cannavaro que acabó siendo el Balón de Oro de aquel año. De no ser por el penalti que erró Trezeguet y si Francia gana aquella tanda el ganador no hubiera dejado lugar a dudas.


            Sin embargo actualmente el criterio ha cambiado. Los periodistas pueden mantenerlo, pero sólo son un tercio del voto. A entrenadores y futbolistas les preguntas quienes son los tres mejores futbolistas del mundo para ellos y responderán el que a ellos les parezca mejor, a su compañero de equipo, de selección o a su mejor amigo. Sin atender a Mundiales, goles, juego limpio etcétera. No se les puede exigir objetividad. Si el Balón de Oro de 2010 lo hubiera otorgado France Football directamente, como se hacía hasta ese año, se hubiera disputado sin duda entre Xavi y Sneijder. Pero a entrenadores y jugadores se les pregunta quién es el mejor futbolista del mundo ese año. Y mientras no baje el pistón el mejor jugador del mundo es Messi. Y así fue. Y es lo que tenemos que aceptar. Que el Balón de Oro es un premio al mejor futbolista del año. Desde una mirada limpia, como si nunca antes hubiésemos visto fútbol los datos son escalofriantes. Messi ha anotado este año 82 goles y ha repartido 29 asistencias de gol. Récord histórico de goles en Liga (50) y Champions (14), además de ganar cuatro títulos con el Barça. Es el líder del mejor equipo del mundo (no entro en el debate de la historia), es como lo definió aquel día Guardiola: “el Jordan de los Bulls”. Cada año supera los números del año anterior, lo que nos hace perder la perspectiva real de lo que logra. Messi sorprendió cuando irrumpió en el fútbol hace años, pero sus datos ya no sorprenden. El partido extraño es el que se queda sin marcar, y cuando la sorpresa se convierte en rutina deja de sorprender. Imaginemos que hace esos números cualquier otro jugador. Imaginemos que Van Persie hace 50 goles en la Premier. O que Ibrahimovic hace 14 goles en Champions y gana el Mundialito con el Milán. Eso sí nos sorprendería: ¿Habría en estos casos alguna duda?
            La consecuencia de convivir con Messi será el ver como jugadores de la talla de Iniesta, Drogba (que con el sistema antiguo de votación este año sería claro favorito) Casillas o Xavi -potenciales ganadores del Balón de Oro en cualquier otra época- se retiran sin el galardón. Da rabia. Enerva ver que jugadores como Maldini, Raúl, Koeman, Roberto Carlos, Del Piero o Baresi no lo tienen. Pero el Balón de Oro mide el año determinado, no la carrera futbolística. Y es por eso que sólo así se explica cómo existen jugadores con madera de Balón de Oro que se retiran sin él, y otros con menos nivel a lo largo de su carrera se hacen con uno. No podemos intentar englobar un premio que defina el mejor jugador del año y el reconocimiento a la carrera de un jugador al mismo tiempo. En los Oscars de Hollywood, la mala suerte de algunos actores de no haber logrado ninguno a pesar de haber estado nominado en varias ocasiones (bien porque ese año se ha topado con otra gran película, o con la actuación aislada de un actor que ha bordado un papel determinado, o por cualquier otra causa) se puede contrarrestar otorgándole al actor un Oscar honorífico como reconocimiento a su carrera. Esta podría ser una válvula de escape perfecta para paliar tantas injusticias cometidas con este trofeo.


Alberto Egea Estopiñán, Revista-Kaiser nº22 09/07/2012
@esttoper

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