viernes, 16 de agosto de 2013

PERFIL: ZAKARIA BAKKALI

Perfil: Zakaria Bakkali
 
FICHA TÉCNICA
·         Nombre completo: Zakaria Bakkali
·         Nombre futbolístico: BAKKALI
·         Fecha de nacimiento: 16/01/1996
·         Nacionalidad: Belga, de origen marroquí.
·         Altura: 1,64 m.
·         Club: PSV Eindhoven
·         Campeonato: Eredivise (Holanda)
·         Finaliza contrato: 30 junio 2015

Una semana después de debutar con el PSV en previa de Champions, Bakkali se estrenaba como titular en la vuelta de la eliminatoria ante sus compatriotas del Zulte. Sus desbordes por la derecha sacaron de quicio a la defensa belga, y su partidazo –golazo incluido– no pasó desapercibido para Marc Wilmots, seleccionador belga, que 24 horas después no dudó en convocarlo con la selección absoluta para el amistoso Bélgica-Francia. La prensa acusó de precipitada la decisión de Wilmots, pero Bakkali se iba a encargar de sacar la cara por él cinco días después. Phillip Cocu le daba la alternativa como titular en la Eredivise, y el extremo belga pasó en forma de huracán por encima de la defensa del NEC, con un tremendo despliegue de facultades técnicas y con tres goles que le convertían en el jugador más joven de la historia –17 años y 196 días– en anotar un hat-trick en la Eredivise.
         Bakkali fue fichado por el PSV con 12 años, procedente del Standard de Lieja. Tras su llegada fue quemando etapas a un ritmo vertiginoso, tanto en el club como en la selección belga -17 goles en 23 partidos–, donde fue pasando por todas las categorías inferiores con años de antelación. Ahora se le abren las puertas de la mejor selección belga del último cuarto de siglo, con el Mundial de Brasil a la vuelta de la esquina.

ÁMBITO FÍSICO
Estamos ante un jugador de baja estatura y con un tren inferior poderoso que le otorga una potencia descomunal, aplicada en la salida del regate estático, en el cambio de ritmo cuando conduce en carrera y en el violento disparo que posee con ambas piernas. Como buen extremo destaca por su velocidad –tanto en carrera como en conducción– y en la resistencia a la fuerza explosiva, es decir, es capaz de soportar físicamente la exigente carga que conlleva encarar continuamente al oponente y esprintar para apurar la línea de fondo en repetidas ocasiones. A pesar de ser diestro, su dominio de la pierna izquierda hace dudar en ocasiones. Su golpeo es igual de violento con ambas piernas, pero su calidad para buscar el palo largo con la derecha cuando se perfila desde la izquierda, y su preferencia por la diestra para conducir el balón y ejecutar jugadas a balón parado lo delatan.

ÁMBITO PSICOLÓGICO
Su personalidad y la seguridad en sí mismo intimida. Desde el día de su debut en el PSV asumió la responsabilidad de sacar los córners que se botaban desde la izquierda. Antes de su debut absoluto su protagonismo era indiscutible, pues todos sabían cuando saltaban al campo –Bakkali incluido– que no había nadie como él. Ha dado el salto y parece no haber cambiado nada. Pide el balón, el ataque se vuelca sobre su banda, no duda en volver a encarar cuando pierde un envite, y jamás se esconde. Queda por ver cómo reaccionará cuando, asentado en la élite, le vengan mal dadas, porque hasta hoy su vertiginosa carrera aun no le ha puesto en esta tesitura.

 ÁMBITO TÉCNICO
Tres cualidades técnicas resaltan sobre el resto en su juego: la poderosa salida del regate en seco hacia ambos lados, la potencia y colocación en el golpeo de balón con ambas piernas y la rapidez que tiene para armar el disparo, sobre todo tras salir del regate. Estas cualidades son todas fruto de la potencia de su tren inferior, a la que hay que sumar la velocidad en la conducción y la calidad en el regate, del que busca salir airoso sin necesidad de adornarse. Domina especialmente el autopase, la arrancada en seco y un regate de arrastre de balón, que sin llegar a completar la cola de vaca, le sirve para acomodarse el balón en la zurda cuando jugando en banda izquierda quiere buscar un centro. No es recargado en la técnica, y busca la eficacia en las facetas técnicas donde no influye tanto la potencia, como en el control o en el pase corto.

ÁMBITO TÁCTICO
Es extremo derecho y así lo ha entendido Cocu, que lo acuesta en la derecha del 4-1-4-1 por el que parece que va a apostar esta temporada. El abanico de variantes tácticas ofensivas que se le abre a un entrenador con un jugador así es brutal. Su total dominio de ambas piernas le permite, bien apurar línea de fondo para centrar con pierna derecha, o bien sorprender saliendo hacia el centro buscando enlazar con el mediapunta o perfilarse para el disparo con la zurda. En principio, Cocu lo utiliza en esa posición porque busca en banda derecha la profundidad que no encuentra en la izquierda con Memphis Depay, joven diestro que juega a banda cambiada y que tiende a enlazar con el centro. Sin embargo, repentinos cambios de banda –que ya hacía Bakkali en las categorías inferiores de Bélgica– forzados por Cocu a lo largo de los partidos le valen para buscar la jugada individual, donde partiendo desde la izquierda encara con descaro a los defensas buscando, a la salida del regate, perfilar el disparo al palo largo, al más puro estilo Robben. Sus desmarques buscan más ofrecerse para recibir que romper en carrera para recibir en profundidad, aunque ante equipos más ofensivos –sobretodo en categorías inferiores– su velocidad tras robo ha sido crucial para montar contragolpes letales. La zona natural donde suele recibir es pegado a la cal en tres cuartos de campo, sin embargo en las categorías inferiores de la Selección belga, la superioridad insultante respecto al resto de jugadores le hacen adquirir un protagonismo en ataque que le ha permitido crecer como jugador, pasando a recibir en el círculo central y a conducir y desbordar por el carril central –algo para lo que todavía se muestra tímido en el PSV–, combinando a la perfección con sus compañeros en una zona más poblada de lo que acostumbra a encontrarse en las bandas. Sorprende como un tipo de su edad tiene la sangre fría de temporizar perfectamente en zonas comprometidas esperando la llegada de un compañero al que cederle el balón. Defensivamente, su afán por recuperar el balón le hace ser impulsivo y anárquico en la presión, incluso ha habido que frenar su ímpetu cuando no ha sabido medir las entradas al rival.


Ante el interés de los grandes clubes de Europa tras ser nombrado como mejor jugador joven del mundo en la prestigiosa Copa Nike en 2011, en marzo de 2012 Bakkali extendía su contrato con el PSV hasta verano de 2015. Rebosa talento, tiene hambre, se le adivina pelea, ambición y constancia, y está en la Liga perfecta para crecer como atacante. De allí salieron Van Basten, Romario, Ronaldo, Van Persie o Luis Suárez. Difícil será que Bakkali no se sume a esta lista de fenómenos.


Alberto Egea Estopiñán
@esttoper


miércoles, 14 de agosto de 2013

UNA LECCIÓN DE VIDA

         25 de agosto de 1999. Se están disputando los Mundiales de Atletismo celebrados en Sevilla, el atletismo español goza de mejor salud que la actual, y la prensa española más interesada que nunca en este deporte por aquello de que se disputaba en casa, pronosticaba medallas con un optimismo desmedido. De entre estas opciones, algunas ni se discutían. Como si las regalaran. Todo lo que no fuese una medalla sería un fracaso. En esta terna estaban atletas como Niurka Montalvo y Yago Lamela en longitud, un 1.500 potente con Reyes Estévez, Fermín Cacho y Andrés Díaz, o los maratonianos Abel Antón y Martín Fiz. Y García Bragado. El madrileño, campeón del mundo seis años antes en Stuttgart y subcampeón del mundo dos años antes en Atenas, ante las críticas de la prensa, que le acusaban de no llegar en plena forma -apoyándose en las retiradas que sufrió en los JJ.OO. de Atlanta y el Europeo de Budapest en 1998- se mostró ante los medios en la víspera de la prueba de forma un tanto agresiva, con un ápice de soberbia producto de la seguridad que tenía en sí mismo.
          Llegó la prueba, y una mala táctica y los calambres le hicieron sufrir de forma agónica hasta que en el kilómetro 29, en el que decidió abandonar. Nada más retirarse, hizo unas declaraciones a TVE insólitas, de una honestidad brutal, y que le dejaban como persona a una altura más alta si cabe, que como deportista: "Pido perdón por lo antipático que estuve ayer con los medios y por mi falta de humildad. Creía que me encontraba bien, por los entrenamientos que había hecho en el mismo circuito, pero me he equivocado, he sido muy prepotente. He salido creyendo que era un supermán y no lo soy. Después ya he intentado terminar la carrera, aunque fuera el último y la hiciera en más de cuatro horas como cuando era una promesa, pero no he podido. Lo hacía por ponerme una penitencia, para joderme porque me lo merecía, pero me ha sido imposible por los calambres. Además, tengo que revisar la técnica para Sydney, porque me han dado dos avisos y eso es que tengo fallos". Sobran las palabras.
          Hoy, a muchos jóvenes les habrá sorprendido que el campeón del mundo de 1993, tomara la salida del Campeonato del Mundo de 2013. Cuando hayan visto que ha acabado 12º lo habrán entendido todo. A punto de cumplir 44 años, con un palmarés que asusta -4 medallas mundialistas, 2 europeas y 2 diplomas olímpicos-, con 6 participaciones en JJ.OO. -récord español- y 11 Mundiales a sus espaldas -récord mundial-, ha dejado huella de nuevo. Su mérito es infinito, y no descarta llegar a 2015.
        Corre porque es su forma de vida y porque sigue disfrutando. Porque sabe que es el espejo en el que se deben mirar los atletas españoles si queremos regresar a la élite mundial de la que nunca deberíamos haber salido.

Alberto Egea Estopiñán
@esttoper

lunes, 12 de agosto de 2013

EL (IN)NECESARIO 'NUEVE' DEL BARÇA

EL (IN)NECESARIO 'NUEVE' DEL BARÇA


Por primera vez en su historia todo parece indicar que el Barça arrancará la temporada sin un delantero centro en plantilla. Ni siquiera el ‘Dream Team’ de Johan Cruyff, que hasta la llegada de Romario tantas veces había jugado con una engañosa referencia en punta –entonces era Laudrup el que ejercía de falso ‘nueve’–, había renunciado a tener esta alternativa –Julio Salinas– en ataque.
Cuando Guardiola cogió las riendas del Barça su idea fue clara, su proyecto iba encaminado a terminar jugando sin  delantero centro clásico. El jugador más avanzado debía ser asociativo, dinámico, capaz de salir de su posición para liberar zona de remate para la segunda línea, y feroz en la presión de la salida de balón del rival. Claro que esta forma de jugar necesitaba tiempo para cuajar porque los mecanismos ofensivos eran complejos y costaría asimilarlos. Guardiola decidió prescindir de Samuel Eto’o nada más llegar, pero su alta ficha –inasumible para la mayoría de equipos– y su deseo de permanecer en el club culé pudieron más, y al de Santpedor no le quedó más remedio que planificar la temporada con el camerunés. Un jugador del prestigio y carácter de Eto’o solo se entendía de dos maneras: o fuera del equipo, o con un protagonismo total en él. Todo lo que no fuera esto podría repercutir en la pérdida de compromiso del jugador, en la inestabilidad del vestuario y en el rendimiento del equipo. Consciente de esto, Guardiola le dio galones. Eto’o era un ‘nueve’ que cumplía los parámetros básicos. Nadie presiona como él, su movilidad es total, contagia actitud al equipo y asumiría el rol de goleador del equipo mientras se gestaba una bestia que acabaría por acaparar este cometido, Leo Messi.
El resultado fue un éxito. El Barça ganó todo y Eto’o terminaba la temporada con 36 goles. Sin embargo, en lo que Guardiola definió como una “cuestión de feeling”, Eto’o salía del Barça, que traía a Ibrahimovic en su lugar. Guardiola ponía por encima de todo la salud del vestuario, para lo que el carácter del camerunés consideraba una amenaza. Resultó que la llegada de Ibra iba a suponer salir del fuego para caer en las brasas. Su soberbia no cabía en el vestuario y su juego no encajaba en el modelo. Se buscaba que con las continuas ayudas que exige el marcaje del sueco se desahogara la zona de circulación de balón, superpoblada de rivales a la hora de defender a un equipo que ya era el más estudiado de Europa. El experimento resultó ser un fracaso. Su afán por retener el balón frenaba la fluidez en la circulación de balón culé, y su juego estático, incapaz de salir de su zona, estorbaba las incursiones de Messi. En partidos machos con resultado en contra y ante equipos cerrados su presencia solo restaba. Ni siquiera su altura era un recurso que aprovechar, puesto que semejante inmovilismo facilitaba su marcaje. En estos escenarios –ante Estudiantes en la final del Mundialito de Clubes o ante el Inter en los dos partidos de semifinales de Champions– en los que se necesitaba altura en ataque, hubo que recurrir a Piqué, que sin conocer el oficio de delantero, es capaz de sorprender entrando, de fijar a los centrales, y hábil para despejar la zona cuando es necesario. Cada vez estaba más claro que la presencia de un delantero-boya, aunque se tratara de uno de los mejores del mundo, entorpecía el ataque del equipo.
A Guardiola no le temblaba el pulso, reconocía el error y vendía a Ibrahimovic, que había supuesto un negocio ruinoso para el club, pero que más ruinoso podía ser en caso de mantenerlo. Villa parecía una apuesta más sólida. Aunque menos técnico que el sueco, su perfil más dinámico, su capacidad para jugar en banda y su idilio con el gol dejaban pocas dudas de cual iba a ser su rendimiento. Su posición natural en el equipo se acabaría acostando en la banda, y de las tres campañas en el club –grave lesión mediante– solo alcanzó el rendimiento esperado en la primera parte de su primera temporada.
Tras una temporada en la que Tito Vilanova apenas confío en su único delantero centro al uso –David Villa–, el ‘Tata’ Martino decide que la marcha del asturiano no tenga un recambio de su perfil. La decisión puede parecer arriesgada, pero le sobra coherencia. Con la llegada de Neymar –que parece que como Messi, lo jugará todo–, dos de las tres posiciones en ataque tienen dueño, y el tercero deberá ubicarse en banda. Alexis, Pedro y Tello –e Iniesta si es desplazado a la banda– pelearán por este puesto y por los minutos que perdonen Messi y Neymar. La base en ataque es clara. Dicho esto, se plantea el eterno debate del plan B –de la necesidad o no en plantilla de un ‘nueve’–, que curiosamente sale a relucir en los contados partidos en que el Barça no consigue remontar –en los que lo consigue la discusión se olvida– ante equipos que se encierran en su área de manera descarada. Para evitar el oportunismo, conviene anticiparse al debate, antes de que lleguen este tipo de partidos. Que llegarán.
El modelo del Barça es jugar sin ‘nueve’, y entrena convencido de esa idea, porque la zona que ocuparía el teórico punta es el espacio vital en el que Messi ejecuta, en el que es decisivo. Ante un partido atascado, el equipo está convencido de poder anotar antes jugando sin ‘nueve’ que de una forma en la que no creen y para la que no han entrenado. Si se recurre puntualmente a colgar balones a un tipo alto que actúe como delantero, mejor sorprender con un tipo como Piqué al que nadie espera, que con un cambio en la alineación que advierte a la zaga rival de la necesidad de cambiar la forma de defender, y que impide en un mismo partido volver a atacar de forma natural para el equipo –combinando– en caso de fracaso de dicho plan B –atacar con ‘nueve’ fijo–.
La evidencia se encuentra en la experiencia del pasado. Si con un ‘nueve’ como Ibra, que juega de espaldas y baja balones como nadie, el Barça no supo sacar ventajas aplicando este sistema, ¿para qué un delantero estático en el que nadie cree y que desnaturaliza la idea original del equipo?
Si como alternativa táctica se pretende jugar con un jugador en la posición de ‘nueve’ para fijar a los centrales y descomprimir la zona de tres cuartos donde debe fluir el balón, no es necesario que dicho jugador deba tener las características de un ‘nueve’ al uso. La demostración la hizo Guardiola en el partido de la primera vuelta de la Liga 2011/12 disputado ante el Real Madrid en el Bernabéu (1-3), donde colocó a Alexis Sánchez en esa posición, lo que permitió a Messi asociarse sin tanto tráfico, y al chileno inquieto como siempre, martirizar a la defensa jugando al borde del fuera de juego.
             Está claro que cuanto más amplio sea el abanico de perfiles de jugador en la plantilla  mayor será el margen de maniobra que tendrá el ‘Tata’, pero tratándose de un corte de delantero prescindible, mejor mirar a la cantera y permitir que un diamante como Dongou, que parece tener el límite en el cielo, pueda seguir creciendo a la vera de un técnico de mucho más talento que el que lo dirigió la pasada campaña.



Alberto Egea Estopiñán
@esttoper