miércoles, 14 de agosto de 2013

UNA LECCIÓN DE VIDA

         25 de agosto de 1999. Se están disputando los Mundiales de Atletismo celebrados en Sevilla, el atletismo español goza de mejor salud que la actual, y la prensa española más interesada que nunca en este deporte por aquello de que se disputaba en casa, pronosticaba medallas con un optimismo desmedido. De entre estas opciones, algunas ni se discutían. Como si las regalaran. Todo lo que no fuese una medalla sería un fracaso. En esta terna estaban atletas como Niurka Montalvo y Yago Lamela en longitud, un 1.500 potente con Reyes Estévez, Fermín Cacho y Andrés Díaz, o los maratonianos Abel Antón y Martín Fiz. Y García Bragado. El madrileño, campeón del mundo seis años antes en Stuttgart y subcampeón del mundo dos años antes en Atenas, ante las críticas de la prensa, que le acusaban de no llegar en plena forma -apoyándose en las retiradas que sufrió en los JJ.OO. de Atlanta y el Europeo de Budapest en 1998- se mostró ante los medios en la víspera de la prueba de forma un tanto agresiva, con un ápice de soberbia producto de la seguridad que tenía en sí mismo.
          Llegó la prueba, y una mala táctica y los calambres le hicieron sufrir de forma agónica hasta que en el kilómetro 29, en el que decidió abandonar. Nada más retirarse, hizo unas declaraciones a TVE insólitas, de una honestidad brutal, y que le dejaban como persona a una altura más alta si cabe, que como deportista: "Pido perdón por lo antipático que estuve ayer con los medios y por mi falta de humildad. Creía que me encontraba bien, por los entrenamientos que había hecho en el mismo circuito, pero me he equivocado, he sido muy prepotente. He salido creyendo que era un supermán y no lo soy. Después ya he intentado terminar la carrera, aunque fuera el último y la hiciera en más de cuatro horas como cuando era una promesa, pero no he podido. Lo hacía por ponerme una penitencia, para joderme porque me lo merecía, pero me ha sido imposible por los calambres. Además, tengo que revisar la técnica para Sydney, porque me han dado dos avisos y eso es que tengo fallos". Sobran las palabras.
          Hoy, a muchos jóvenes les habrá sorprendido que el campeón del mundo de 1993, tomara la salida del Campeonato del Mundo de 2013. Cuando hayan visto que ha acabado 12º lo habrán entendido todo. A punto de cumplir 44 años, con un palmarés que asusta -4 medallas mundialistas, 2 europeas y 2 diplomas olímpicos-, con 6 participaciones en JJ.OO. -récord español- y 11 Mundiales a sus espaldas -récord mundial-, ha dejado huella de nuevo. Su mérito es infinito, y no descarta llegar a 2015.
        Corre porque es su forma de vida y porque sigue disfrutando. Porque sabe que es el espejo en el que se deben mirar los atletas españoles si queremos regresar a la élite mundial de la que nunca deberíamos haber salido.

Alberto Egea Estopiñán
@esttoper

1 comentario:

  1. Terna se usa para un conjunto de tres personas. Lo comento porque creo que te lo he visto alguna otra vez mal utilizado. Saludos.

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